viernes, 22 de mayo de 2015

Paula Pinto, Zeledón


Paula Pinto
Pareció todo como una libélula castaña aleteando en mi horizonte.
Amazonia hermética, luciendo tus colores, los de mi tierra que tanto añoro.
Únicos tus celajes, y singular tu canto, me envuelve ahora el desencanto. 
Lapidado, maldigo mis ansias cortas por no lograr llegar a tu regazo.
Así de efímera es la luna, así como tú, inalcanzable en la oscuridad.
Píntame una limosna y un perdón, una memoria indeleble como tinta
Imbuida en el vasto océano de nuestros pasos, no se ve, pero existe allí.
Nada me queda, pero el dulce sabor de conocer tus versos sabatinos.
Tardes van y se detienen en un letárgico suspiro, lleno de selvas, y especias
Olorosas a tus manos, con sombras de cocina criolla, y un sudor dulce como
Zapallo maduro en el otoño de nuestras vidas, luciendo dorado y anaranjado.
Empino mi copa a tu salud y a tus empeños, sabiendo que como un arco iris
Levantas lluvia a las almas resecas en tu derredor, seres dichosos bendecidos.
Entonces los cubres de bondad y amor, es allí donde tú moras piadosa,
Donde sacrificas tu soledad, te rodean multitudes, pero duermes sola.
Oh poetisa navegante, detiene tu marcha por un instante, y toma un sorbo
No embriagante de tu suprema esencia, y saborea tu belleza Amazónica.

Tommy Duque.
Detroit, Michigan.
May 22 2015